Siete hermanas, siete destinos, un padre con un pasado
misterioso...
Cuando Tiggy D'Aplièse acepta trabajar en una de las zonas
más recónditas de Escocia, en concreto en la enorme finca Kinnaird, nada le
hace sospechar que el misterioso terrateniente, Charlie Kinnaird, está a punto
de alterar su futuro e, irónicamente, revelarle su pasado. En su nuevo hogar
Tiggy descubrirá que tiene un don, el sexto sentido, una herencia de sus
antepasados gitanos.
Lucía Amaya-Albaycín nació en 1912 en el barrio del Sacromonte,
frente a la Alhambra, y la apodaron La Candela. En su destino está escrito
convertirse en una de las grandes bailarinas de la historia, y por eso su padre
se la lleva a los bares de flamenco de Barcelona con solo diez años. Al
estallar la Guerra Civil, Lucía y su grupo de bailaores se ven obligados a
buscar refugio en Nueva York. Pero para ver cumplido su sueño Lucía tendrá que
elegir entre la pasión por el baile o el hombre al que ama...
Conforme conoce sus raíces españolas y desentraña el pasado
de su familia, Tiggy comienza a aceptar y a controlar su don sin saber que ella
también deberá tomar una difícil decisión, no muy distinta a la que en su día
afrontó Lucía.
MI OPINIÓN:
Este es el quinto tomo de la serie Las Siete Hermanas
escrito por Lucinda Riley.
En esta ocasión descubriremos la historia de Tiggy,
quien con su afán en encontrar sus raíces nos traerá hasta Granada,
concretamente al Sacromonte.
La historia comienza con la narración de los recuerdos
de Tiggy en el momento que le anunciaron la muerte de Pa Salt, según se va
desarrollando la trama Tiggy se ve obligada a abandonar su puesto de trabajo
para aceptar otro de características similares en la finca Kinnaird (Escocia)
donde se desarrolla buena parte de la historia para traernos finalmente a
Granada (España).
Al igual que en los anteriores libros de la serie se
incluye la narración en doble línea temporal llena de contrastes que deja por un
lado a Lucía y por otro a Tiggy.
Lucía, su abuela, tiene orígenes humildes y una
situación personal y económica cuanto menos precaria e inestable, pero gracias
a su don para bailar consigue ser una gran bailaora que triunfó primero en
España y posteriormente en Latinoamérica y EE. UU. Mientras que Tiggy es
heredera de una pequeña fortuna y tiene una situación bastante mejor.
He de decir que para mi gusto este ha sido el libro
más flojo de esta serie por distintos motivos. Entre ellos se encuentran la poca
agilidad que tiene la parte de la historia que pertenece a Lucía, algunos
tópicos relacionados con la cultura gitana y las pocas pinceladas de historia
que se ven en el libro.
Para mí la parte perteneciente a Lucía le sobra
bastante relleno, es bastante lineal, lenta y podría decir que hasta repetitiva.
Podría hablar de la cantidad de veces que Lucía se
comporta como una cría obsesionada con el dinero y la fama, siendo bastante
ególatra, interesada, terca y pasota. Solo existe ella, se hace lo que ella desee
cómo y cuándo ella diga, no vaya a ser que los bailaores y artistas que la
acompañan en sus shows puedan eclipsarla un solo segundo, o peor aún, hacerle
alguna sugerencia para poder mejorar.
Los personajes relacionados con la narración del
pasado, es decir la historia de Lucía, me han dejado bastante fría. Están ahí
de vez en cuando aparece alguno, pero de pasada, los conoces entre poco y nada
y se acabó.
Creo además que la autora podría haber utilizado a su
favor la Guerra Civil Española, ya que una pequeña parte de la historia se
ambienta en ese periodo de tiempo y lo único que hay de este acontecimiento son
un par de referencias desperdigadas.
Podría decir que en los anteriores libros la
ambientación ha sido bastante mejor.
La parte más entretenida es la que corresponde a Tiggy
justo donde conoce a fondo su don, cómo utilizarlo, cómo ponerse en contacto
con él y lo que es capaz de hacer. El resto tampoco es que sea gran cosa, pero
engancha un poco más.
Descubrimos a Tiggy como la hermana más sensible y
conectada con su entorno (que es la naturaleza), amante de los animales e
implicada con su conservación, bastante simpática y sin duda adorable.
Lástima que no haya conseguido conectar con ningún
personaje más en toda la historia, porque creo que esto podría haber influido
de forma bastante positiva. Aunque otros personajes como Cal o Zara se hayan
ganado mi simpatía, pero falta algo.
El libro a grandes rasgos está bien para echar el rato,
es un pelín espiritual y lento, pero no es gran cosa.
Personalmente me ha decepcionado pensaba que iba a ser
más como los anteriores donde tenía ese ansía por seguir descubriendo la
historia y acababa engullendo el libro, que además me dejaban con un cariño a
los personajes tremendo y buen sabor de boca.
En resumen, la historia me ha dejado indiferente, además
se hace pesada y acabas leyendo por encima a ver si pasa algo interesante. Sin duda
alguna, este libro no es para mí. Además tampoco es una lectura que recomendaría ya que creo que se podría invertir mejor ese gasto de dinero y tiempo en otros libros.
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